La Secretaría de Salud del Estado informa que Querétaro registra alrededor de 220 muertes por suicidio al año, y aunque la cifra varía, actualmente la entidad se encuentra en el octavo lugar nacional por incidencia, según datos preliminares.
Así lo dio a conocer la titular de la dependencia, Martina Pérez Rendón, quien puntualiza que las cifras oficiales sobre defunciones por esta causa tienen un desfase de un año, ya que requieren un proceso detallado de codificación y rectificación de certificados, lo que impide ofrecer estadísticas en tiempo real.
Ante cuestionamientos sobre el número de intentos previos y los perfiles más afectados, la funcionaria aclara que no se cuenta con datos exactos sobre cuántas veces una persona puede intentar quitarse la vida antes de lograrlo, aunque reconoce que el suicidio prevalece más entre los hombres, mientras que las mujeres tienden a registrar más intentos antes de consumarlo.
“Los hombres no intentan tanto, pero sí concretan el suicidio. En cambio, las mujeres presentan más intentos antes de lograrlo. Por eso es tan importante detectar a tiempo pensamientos suicidas y brindar atención oportuna”, subraya Pérez Rendón.
La secretaria considera que estos patrones están relacionados con factores de género, y aunque el tema es controversial, admite que los hombres tienden a exponerse más a conductas de riesgo, lo que podría influir en los altos índices de casos consumados en esta población.
Frente a este panorama, Pérez Rendón destaca el trabajo conjunto con el Centro Estatal de Salud Mental (CESAM), el Hospital General de Querétaro, y otras instituciones como la Secretaría de la Juventud, que ha implementado una línea de atención psicológica (call center) para brindar contención inmediata, así como terapias posteriores.
“Desde el sector público estamos reforzando la capacidad instalada para identificar procesos depresivos o de ansiedad en jóvenes. La prevención es clave para evitar que estos casos lleguen a un desenlace fatal”, afirmó.
Finalmente, la funcionaria invita a la ciudadanía a no minimizar signos de depresión, ansiedad o pensamientos suicidas, y acudir a los centros de salud mental o a los servicios de atención telefónica para recibir ayuda profesional.