Casos como el de un joven estudiante que fue reportado como desaparecido por sus padres, y que horas después fue localizado en una biblioteca tras haber sufrido acoso escolar, reflejan uno de los problemas que inflaban el registro de personas desaparecidas en el estado: la falta de actualización en los sistemas oficiales.
Así lo explicó el secretario de Gobierno de Querétaro, Carlos Alberto Alcaraz Gutiérrez, quien señaló que muchas alertas se generaban por reportes telefónicos o en redes sociales, pero una vez localizada la persona, su estatus no se desactivaba, por lo que la cifra seguía aumentando artificialmente.
Gracias a un trabajo conjunto entre la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Comisión Estatal de Búsqueda, Querétaro ha logrado una depuración significativa del padrón. “Hoy tenemos menos de 600 personas reportadas como desaparecidas, cuando en años anteriores superábamos las mil”, detalló Alcaraz.
El funcionario destacó que Querétaro ha sido punta de lanza a nivel nacional en esta tarea, presentando ya los resultados a las autoridades federales y demostrando el compromiso estatal con el manejo transparente y responsable del tema.
Aunque reconoció que aún no cuenta con cifras específicas sobre el número de personas localizadas sin vida, afirmó que son casos mínimos. “Son muy, pero muy pocos”, dijo, y añadió que solicitará el dato puntual para darlo a conocer en los próximos días.
Finalmente, subrayó que el esfuerzo de depuración no solo busca claridad institucional, sino también brindar certeza a las familias que viven la angustia de la búsqueda. “Estamos comprometidos en trabajar con datos reales y en garantizar una respuesta eficaz para la ciudadanía”, concluyó.