Un operativo desmedido encabezado por más de 200 elementos de la policía municipal y equipos antimotines, fue desplegado esta mañana en el centro histórico de Querétaro para desalojar a comerciantes ambulantes.
La administración de Felifer Macías había emitido advertencias previas a los vendedores, en su mayoría indígenas, sobre mantener despejada la zona para el tránsito peatonal y turístico.
Durante la intervención, los policías utilizaron perros de ataque y equipo táctico, lo que derivó en enfrentamientos con saldo de heridos y varias personas detenidas.
Este despliegue ha suscitado críticas de organizaciones de derechos humanos, que califican el operativo como una muestra de fuerza innecesaria y desproporcionada hacia un sector vulnerable.
Las autoridades municipales explicaron que la acción forma parte de un esfuerzo por reorganizar el espacio público, asegurando que se mantendrá vigilancia en el área para evitar la reinstalación de los comerciantes.
