La falta de agua en la comunidad de Bravo, en Corregidora, ha llegado a un punto crítico y ya afecta no solo a los hogares, sino también a instituciones educativas como el COBAQ número 19, la primaria 16 de septiembre y el jardín de niños local, donde la higiene diaria se ve comprometida.
Habitantes advirtieron que esta situación podría derivar en problemas de salud, sobre todo entre los menores, debido a que no pueden lavarse las manos con la frecuencia necesaria, lo que incrementa el riesgo de enfermedades gastrointestinales.
Este miércoles, decenas de vecinos se manifestaron frente al Centro de Atención Municipal con pancartas y gritos de “¡Queremos agua!”, exigiendo la intervención inmediata del alcalde Chepe Guerrero Trápala.
En entrevista, los inconformes señalaron que el problema persiste desde hace más de tres años y que se ha agravado con el crecimiento inmobiliario en la zona. “Somos muchas familias, no alcanza el agua… cuando la Comisión Estatal de Aguas manda pipas solo algunos alcanzamos y los demás se tienen que esperar una semana… el agua la están desviando a los fraccionamientos nuevos”, denunciaron.
Los vecinos coincidieron en que el suministro es insuficiente para las necesidades básicas, como bañarse o mantener limpios los sanitarios, y pidieron una solución de fondo que garantice el acceso constante al recurso.